Esta terapia viene realizada utilizando diversas técnicas de masaje que voy integrando, combinadas con el SENTIR que surge en el momento.
Gracias al contacto prolongado con la energía de la persona que recibe, se crea una conexión profunda que permite poder percibir más fácilmente lo que los cuerpos, físico, emocional y energético de la persona quiere comunicar.
El uso de herramientas que voy integrando, como el canto, la palabra, el movimiento, los cristales, las sonajas, el singing bowl y otros instrumentos como el tambor chamánico, el didgeridoo o la flauta, permiten catalizar en el sistema de la persona la energía que debería disolverse, si hay en exceso, o integrarse si hay una carencia.
El intenso movimiento de energía curativa que se genera durante el masaje va trabajando también a otros niveles, disipando las emociones bloqueadas, soltando los nudos de energía y brindando una agradable sensación de relajamiento, ligereza y liberación.
El sonido del tambor, las sonajas, la campana tibetana, el didgeridoo o la voz misma, gracias a su vibración, se convierten en poderosos puentes entre el mundo físico y el mundo invisible, permitiendo una sanación holística, en la forma necesaria para ser mejor recibida.
Cada tratamiento se convierte en una experiencia única, creada por la alquimia con la persona y en resonancia con el momento.
